Con la vuelta al cole de este año nos encontramos que, por primera vez, nuestros hijos cambiaban de ciclo a la vez y no sabíamos cómo lo iban a llevar ni cómo lo íbamos a gestionar nosotros, pero una vez más los niños nos han sorprendido haciéndolo todo mucho más fácil de lo que pensábamos.
En el caso del Pelirrojo, ha pasado a primero de primaria con lo que "mezclan" las dos clases de infantil y hacen nuevos grupos. Cuando me pasaron la lista, no había caído con ninguno de sus amigos íntimos y eso me hizo sentir muy mal. No sabia casi como contárselo sin llorar porque me imaginaba a mi peque, solo, con compañeros nuevos, con una seño nueva y sin ningunos de los amigos en los que él se apoyaba.
Estaba decidida a hablar con el jefe de estudios para que cambiaran a mi hijo de clase de la indignación que tenia, pero esa tarde fui a un cumpleaños y me encontré con la hermana de la profesora que el Pelirrojo había tenido en infantil (y que a su vez es profesora también de la otra clase de infantil con lo que conoce a la perfección al niño) y con ella me desahogué.
Me dijo que esperara. Que la seño que le había tocado era extraordinaria y que ella estaba segura que era lo mejor para el niño. Que lo iba a saber entender y llevar muy bien y que si no iba bien, como ultimo recurso, siempre podía pedir un cambio.
Llegué a casa mucho más tranquila y le conté al peque quien iba a estar en su clase y quien no. Lógicamente, se puso triste cuando supo que iba a estar separado de sus mejores amigos pero que jugaría con ellos en el recreo y que había dos niñas en su clase con las que también se llevaba muy bien.
Esos dias previos antes de empezar el colegio le vinieron muy bien para asumir esto y cuando llegó el día, aunque estaba muy nervioso, iba más que preparado.
Sus seños de infantil recogieron a todos los niños en la puerta con un gran cartel de bienvenida y los llevaron junto a sus nuevas profesoras a enseñarles la clase nueva y el patio así que iban todos encantados.
A la salida, me dijo que le gustaba su clase y que su seño era muy simpática y cuatro días después no ha cambiado de opinión.
El caso del Rubio era un poco más fácil sin olvidar que cambiaba de centro, de seño, compañeros, etc. pero él lleva desde que tenia 5 meses entrando en el colegio hasta la puerta de la clase donde estaba su hermano a llevarlo y recogerlo por lo que conocía de sobra las instalaciones (estaba loco por poder jugar allí), la clase y hasta a la profe porque tiene la misma que tuvo el mayor que, como acabó el ciclo, vuelve a empezar. También hemos tenido suerte de que su mejor amigo de la guarde había entrado en la misma clase que él así que ellos ya iban más acompañados.
En esta semana, no ha llorado ni un día, ni me ha dicho que me quede con él o que no quiere ir al cole. Se lo ha tomado todo con mucha normalidad, como si este no fuera su primer año... Cuando la seño abre la puerta, él entra directamente sin mirar atrás.
Como os contaba al principio, mis hijos me han sorprendido muchísimo y siento que me han hecho mayores de golpe.
¿y vuestros peques? ¿Que tal se han tomado la vuelta al cole?
Besos.
Ya sabíamos que estos peques eran geniales (y no es amor de tía molona) pero es que os han salido de molde!!
ResponderEliminarTienen sus cosillas como todos los niños pero sabéis llevarlos de diez...así da gusto!!
Estos niños nunca dejaran de sorprenderme.... Gracias sister!
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