Una cosa buena de estar en casa por las tardes es poder pasarlas con el peque, algo que nos esta viniendo muy bien a los dos ya que desde hace unos meses muestra una "papitis" extrema y había llegado a un punto en el que a mi no me quería ni ver. Ya os he dicho alguna vez que el peque es un niño muy independiente y él está acostumbrado a ir a la guarde con mi hermana y venirse con ella y luego pasar la tarde en casa de las abuelas hasta que yo lo recogía. Desde hace unos cuatro o cinco meses, se había empezado a enfadar conmigo por todo. Cuando iba a recogerlo no se quería venir y me pegaba nada más aparecer por la puerta. Si estaba con mi chico, mi hermana o mis padres prefería jugar o estar con ellos antes que conmigo y en casa todo lo tenia que hacer con su padre. Había llegado un momento en que no quería ni que le diera de comer si él estaba delante. La verdad es que me sentía fatal, pero se que son fases que pasan los niños e intentaba no darle mucha importancia. Tam
Al poco de cumplir los treinta fui madre primeriza y tres años más tarde me convertí en bimadre. Aquí os cuento las cosas que nos pasan y nos interesan. ¡Bienvenidos a nuestro pequeño mundo!