Cuando tuvimos que pasar al peque de la bañera pequeña a la grande me surgieron un montón de dudas acerca de que comprar para que estuviera cómodo y no gastáramos tanta agua. Me recomendaron el aro o asiento para la bañera, pero sabía que ahí el peque no estaría agusto porque él se mueve mucho y le encanta chapotear y se sentiría como encerrado. Estuve buscando varias opciones hasta que dí con la barrera Baby Dam, que es como una presa que se pone en la bañera y solo tienes que llenar la mitad. Vale desde el nacimiento hasta los 4 años y me gustó mucho porque era un ahorro de agua y el peque estaba en un espacio más recogido pero con libertad. Los primeros días iba genial, pero yo no se si es que mi hijo es muy bruto en el agua, o es que yo no la sé poner bien, pero la mayoría de los días acaba despegándose con lo que no nos sirve para mucho. Si la pone mi chico, aguanta más pero cuando la tengo que poner yo se acaban despegando las ventosas,...
Al poco de cumplir los treinta fui madre primeriza y tres años más tarde me convertí en bimadre. Aquí os cuento las cosas que nos pasan y nos interesan. ¡Bienvenidos a nuestro pequeño mundo!