Al peque se le esta haciendo un poco cuesta arriba el tema del colegio. Como ya os dije, el miércoles día 10 fuimos con él y nos quedamos las dos horas que estaba previsto pero ya os podéis imaginar como era aquello con 25 niños más sus padres todos metidos en el aula. Hubo un momento en que casi salgo corriendo del agobio que tenia.
El peque estuvo jugando con los juguetes que había allí y le presenté a algunos niños de la urbanización pero la verdad es que el pobre también estaba algo intimidado.
Por suerte le ha tocado un profesor joven, con mucha mano con los niños y ganas de trabajar que enseguida se los ganó a todos.
El jueves fue bien hasta el cole aunque muy serio. Entró en la clase y se sentó pero seguía muy serio, aunque a la salida me dijo que se lo había pasado muy bien y que algunos niños habían llorado pero él no. Que le gustaba el cole pero que ya no quería ir más. Y con esa misma cantinela se levantó el viernes. Lo tuve que llevar en brazos hasta la puerta del cole pero cuando se dio cuenta que yo no iba a entrar en la clase se puso a llorar y a llamarme. Sé que solo le duró ese momento porque así me lo dijo el profesor luego, pero casi me echo a llorar yo también.
El lunes siguiente fue el peor día. Desde que se despertó, llorando, sin querer que su padre se fuera a trabajar, no quería salir de casa y tenia un sofocón tremendo.
Al final, más o menos lo logré convencer pero lo tuve que llevar en brazos todo el camino y cuando entró por la puerta del cole volvieron los llantos y me lo tuvo que quitar su profe de los brazos.
Ese dia me quedé fatal pero de nuevo me dijo que lloraba solamente el momento de le entrada y cuando sale esta muy contento. Además él me cuenta lo mismo. Me dice que había llorado porque no se quería quedar solito pero que luego había jugado con sus amigos, había hecho la ficha, había corrido en el patio...
Después de ese dia tenemos algunos buenos y otros malos. Hay veces que al despertarlo llora porque no quiere ir pero cuando le digo que nos vamos ya no hay problema. A veces va serio, hay amagos de llanto pero cada vez menos. Ya entra andando a la clase y ve allí a sus amigos y lo bueno es que siempre sale muy contento y diciendo que se lo ha pasado muy bien.
A él le gusta el colegio pero no quiere estar sin nosotros. Hablando con mi hermana y pidiendo consejo me dijo lo de la sensación de abandono. Para él es la primera vez que esta solo con desconocidos porque aunque ha estado en guardería, estaba con su tía y como llevaba desde los cinco meses allí, aunque mi hermana no estuviera, sí que le sonaban las caras de las demás educadoras y se quedaba tan feliz con ellas y sus amigos.
Ahora nos toca tener un poco de paciencia hasta que esto se le pase. El peque, que siempre ha sido súper independiente ahora no quiere ni quedarse solo con sus abuelas y sobretodo no quiere que su padre desaparezca de su vista cuando esta con él los fines de semana.
Ya os contaré como va evolucionando el peque y sus avances en el cole.
Besos.
Claro, la guarde era tan familiar para él. Pero verás como pasa pronto. Ánimo María!
ResponderEliminarGracias bonita! Ya va mucho mejor. Sin llantos y contento, aunque sigue sin querer perdernos de vista cuando estamos con el.
EliminarUn beso!